Lulú, escuché tu mensaje

Estaba muy triste.
Después de una larga agonía y sus últimos siete días de calvario, mi tío, el único tío, mi referente como padre, mi hermano, mi amigo, falleció el 6 de julio de 2007.
A las 5 de la mañana. Solo como cuando había nacido…solo.
Yo estoy en casa y tengo algunos resquemores con mi creencia religiosa. Si bien siempre pienso que: “por algo será” no termino de convencerme el por qué de tanto sufrimiento y tanta indignidad para llegar a la misma meta: la muerte.
Sin embargo hoy alguien me tenía preparada una sorpresa.
Lulú, Ramón, Luis. mi suegro.
El falleció en marzo de este año y recuerdo cuando decía: “Yo nací en el año en que nevó en Buenos Aires y me voy a morir cuando vuelva a nevar…”
Y bueno así fue y lo tomo como un mensaje de mi querido y entrañable suegro, de ese ser tan simple y “cabeza dura” como era él.
Entiendo que esta nevada inesperada son las palabras del viejo “Lulu” que me dicen que no esté triste porque existe otro lugar, otra vida, otro espacio dónde todo es felicidad y desde dónde ellos, los que nos precedieron en ese camino, velan por nosotros.
Gracias Ramón
Lilian 9-7-07